Así se es como se plantean los objetivos frente a la pantalla de mi ordenador, recogido en mi habitación. Una Línea roja punteada que recoge ciudades y consigue alcanzar el norte de Europa. El principio y el fin de un proyecto en tan sólo una imagen.
30 días de anécdotas, experiencias, paisajes y esfuerzos compilados en un mapa. Un mapa que roza la ingenuidad, que lo traduce todo a una sencilla línea.
Estás son las etapas que iré describiendo detalladamente. La primera de ellas será Zaragoza-Barcelona, alrededor de 300 km superados en no más de 4 días. No debo tardar más pues tengo que llegar el viernes para encontrar la Escuela de Arquitectura de Barcelona abierta y poder pedir mi título de Arquitecto (o por el momento el certificado provisional). Me voy con lo conseguido en estos años de trabajo y vivencias catalanas. Podría decirse que recojo lo sembrado.
Los puntos difíciles de esta primera etapa es superar el miedo a la carretera y los riegos que ésta supone; controlar mi reacción corporal a un ejercicio que no esta acostumbrado a hacer y perder el miedo a dormir al raso hasta que llegue a Barcelona. Con motivo de este punto ya debo agradecer desde aquí al cobijo que me han asegurado la familia Miranda Aranda en Sant Martí de Tous al carrer Voltes, que aunque me obligue a desviarme unos cuantos kilómetros, me aseguran una buena conversación y una grata compañía.
Cambio de planes. Antes la posibilidad de coger la NII desde el comienzo y el riego que supone por el paso de camiones, me desvío en origen por Pina de Ebro incorporándome Km más tarde... El tramo peligroso llega hasta Fraga. Después, mucha más tranquilidad, ya que se suelen desviar por la Autovía.
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